Las cosas más hermosas de la vida
a veces parecen un sueño
mas siempre queda un recuerdo
que nos dice que fue realidad.
-Rayitos de consuelo-
¡Qué chula es la amada mia!
qué hermosa brilla en la obscuridad
es pues, su sonrisa como lluvia
transparente gota de cristal.
Es su mirada alegre timidez
disimula bien cuando la veo
se ruborizan sus mejillas
notas de sus labios, suave solfeo.
Aunque el sol es hermoso
es ella mi constelación...
perdióse mi mirada
en el verde infinito de sus ojos.
Entre las perlas del cielo
no encontré una como ella
suave y perfumada...
así es mi brillante estrella.
Me envolvió en sus cabellos
trigo rubio, dorado sol
llenóse mi vida de instantes bellos
cuando ella me envolvió en su luz.
Lléname la boca de cereza
y estremécete en mi ser
¡Oh virgen llena de pureza!
manantial donde me quiero perder.
Al verte tan bella y pura
quise adorarte en un altar...
mi corazón se llenó de dulzura
¡Oh mi diosa griega, misma Atenea!
Vístete de madrugada
que yo te coronaré con la luna blanca
cual virgen del sagrado cielo
y me postraré a tus pies.
¿Cordura o locura?
por amor, besé tus cabellos de sol
aún tengo tu aroma en mis dedos...
¿Fantasía o realidad?
Pude comprobar que fue verdad
pues olvidaste algo que me hace suspirar
rubios cabellos que son rayitos de consuelo
ahora tengo algo que nadie me podrá quitar.
Es verdad que las cosas maravillosas
siempre parecen un sueño
pues yo, con mis propios ojos la ví
elevarse como ángel que va al cielo.
D.R. G. Marin "El Poeta de las Rosas Perfumadas"
-México-
